miércoles, 7 de agosto de 2019

Vestido fresco tipo pillow dress

No sé ni como definir este vestido, así que os cuento un poco la historia...

Compré en el mercadillo de mi pueblo dos telas a lo que creí buen precio (3 o 5€ el trozo, no recuerdo bien, pero inclino a pensar que eran 3) con tacto suave y fresquito (no es algodón, al menos no tipo camiseta) y un estampado… digamos aceptable dentro de mis gustos. Vale, lo confieso: cuando vi las telas en el mercadillo de mi pueblo, donde hacía más de tres años (incluso 4) que no traían nada, me emocioné y no pensé demasiado.
Quería hacerme un vestido pillow dress para participar en un reto, pero no encontraba el tiempo. En esas, compartieron en un grupo un patrón de un vestido sencillo, que se parecía a un pillow dress lo que un huevo se parece a una castaña, pero en mi mente ambas cosas se unieron y aprovechando que los astros se alinearon (niños durmiendo  y mesa del comedor despejada) bajé la tela, bajé la regla, alfileres... y esa noche corté y cosí un vestido a mi bola, ya que cogí lo que me gustaba de cada uno de los dos tipos que en principio quería hacer.  


Le añadí un cordón en la cintura, para marcar la barriga, cosa que me encanta en la ropa premamá.
Los hombros no me acaban de convencer, en lugar de ir unidos entre sí (como sería lo normal en un vestido) van unidos con dos cordones hechos con la tela del vestido, pero tuve que unirlos en la nuca (como veis en la foto) porque me quedaba muy ancho y se me desbocaba demasiado.


Estoy contenta con el resultado. Una vez puesto corté el bajo a una altura que me gustaba, y punto, ni remates ni nada, sencillo a más no poder (la tela no es la más bonita del mundo, pero es agradecida y eso es de valorar).
Las fotos son del mes pasado, ahora la barriga es algo más grande.


Enlazo en Mimi, del club de las Malas Costureras.

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