No todo iba a ser tan fácil, ¿no? Ya dije que no iba a quedarme con las 12 telas de camiseta, sino que iba a añadir algunas "difíciles". Os las enseño (ni no digo lo contrario, es tela plana, de tipo patchwork):
Tela de Saint Seiya para hacerle una camisa a mi marido. Tengo mucha tela, tengo el patrón, tengo ganas... y tengo muchísimo miedo.
Muselina verde de bulldogs. Veo petos de verano para bebés, y muselinas para limpiar babitas y regurgitaciones, jeje.
¿Recordáis que estuve en Valencia y aproveché para comprar telas? Pues ésta -sí, me cuesta quitar las tildes a los demostrativos- es la culpable de todo. La vi en el escaparate de la tienda y tuve que entrar a la vuelta para comprarla. ¿Qué haré con ella? Ni idea, porque la veo y me la imagino en el cuarto de mis hijos en plan mural.
También de esa tienda, un panel de Miravelle. La idea es hacerme una falda fresquita de verano, pero creo que me falta tela.
Esta tela la compré en Teruel. Le cogí manía porque la compré súper ilusionada, pero apestaba a tabaco y, a pesar de haberla lavado, me sigue oliendo un poco. La compré pensando en hacerme una blusa desmangada.
Lo mío con las coralinas es amor-odio. Me encantan al tacto, y me encantan los pijamas hechos con ellas, pero odio coserlas y las pelusas, así que esta pobre lleva unos dos años en casa.
Pul de matrioskas. Este es fácil: pañales, compresas, más pañales...
Tela waffle que compré al poco de salir en Cal Joan para hacerle un peto a U. este verano...este verano pasado, digo. Ahí sigue, no me convence la textura para un bebé, pero sigo viendo un peto fresquito con ella.
Loneta de Ikea para hacer unas cortinas y unos cojines para mi comedor. Comprarlas sería más rápido, pero molaría menos, ¿no?
Tela negra con dibujos en blanco que me encantó y compré hace año y medio (o más) para hacerle una camisa a mi hijo mayor.
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