miércoles, 1 de mayo de 2019

Una costura a ciegas

Mira que me gusta coser a ciegas, eso de elegir telas sin saber para qué proyecto, ver como va avanzando la cosa y descubrir, al final, qué has hecho. Por eso cuando Mis primeras puntadas propuso una costura a ciegas, me apunté sin dudarlo. Ella daba un  paso y nosotras lo hacíamos, mandábamos foto y recibíamos el siguiente, así hasta acabar.
Lo primero fue cortar los círculos. Elegí dos telas en lugar de una sola. La rosa con topitos rojos la tengo hace tiempo, la compré para la bandolera de la hija de una amiga, y la otra ni idea, pero al decir que era una costura de algo que se usaba antes, pensé que una tela con aire vintage (al menos para mí) le iría muy bien.


Una vez hecho el paso uno, recibí el paso 2, y conseguí (tras una cagada inicial) esta extraña flor.


Paso 3: Aquí yo empecé a sospechar que era un costurero o un neceser de esos que se cierran con cuerda y quedan redondos, pero no acababa de ver cómo sería. Es lo que me gusta de estas costuras a ciegas, las elucubraciones (que no suelo acertar nunca, por cierto).


Y por fin, tras el paso 4, mi costura terminada. Como veis, no acerté en lo que era, pero igualmente me gusta y estoy muy contenta con el resultado.
Es una cestita para meter pan, bollitos, galletas... y poner en las meriendas a la hora del té, por ejemplo.


En esta casa no somos muy de meriendas con pastitas de té ni bollitos; la fruta mancharía esto y mi peque-peque lo vaciaría en dos segundos, así que me lo he quedado para mí, para usar con las cosas de scrap y dejarlas monas, recogidas pero a la vista. Mientras la lleno o no la lleno, las Gorjuss juegan en ella. 


Muchísimas gracias a Mis Primeras Puntadas por este CC a ciegas, me ha resultado muy curioso hacerlo, y me lo he pasado muy bien.
Enlazo en Mimi, del Club de las Malas Costureras.

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