sábado, 25 de agosto de 2018

Preparando el trapillo

El verano pasado no hice trapillo, no tuve tiempo con U.  recién nacido, pero este lo he retomado con muchas ganas.
Llevo ya varias cestas, y os he ido mostrando los avances en Instagram según iba cosiendo el trapillo y tejiendo con él.
Me gusta hacer esto porque así aprovecho los restos de tela de camiseta, esos que no dan ni para bragas (bueno... ni para bragas no, que he estado cosiendo bragas estos días y necesitan mucha tela, más bien ni para mangas de un RN o ni para tangas, ni para cuadraditos de una futura manta de culoveoquierismo)
También me gusta ver todos los ovillitos en su caja, ahí juntitos y llenos de color y de telas que han sido especiales para nosotros. 

Aunque lo de las telas especiales tiene su parte negativa, sobre todo cuando tu hijo mediano se pone a llorar porque "Mamá, has roto mis pantalones para hacer eso" (después de un rato ambos entendimos que no era la misma tela, que los pantalones seguían en el cajón, y que esas tiras eran de lo que me había sobrado de cosérselos... ahora dice que esa cesta es muy especial para él, porque lleva un trozo de sus pantalones).





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