El pasado mes de abril fue el cumple del peque-peque, cumplió un añito, y su hermano fue "mi súper ayudante" para preparar la fiesta (algo muy íntimo y familiar, no os vayáis a creer) y también quiso hacer un regalo para su hermanito. Decidimos hacerle ceras que pudiera usar, que fueran fáciles de coger por sus manitas de bebé, y con las que pudiera dibujar y jugar junto a él.
El primer paso fue quitar el papel a las ceras. Mi peque, súper concentrado, lo fue haciendo una a una.
¿A que quedaron monas? Usé un molde para magdalenas de silicona, creo que es una buena forma para que la coja un bebé.
Ahora, las metimos al horno. El tiempo fue a ojo, no recuerdo cuánto lo dejé, pero hay que ir controlando que no se quemen.
A mitad del horneado:
Ceras terminadas de fundir, Pequeño error,que os cuento para que no lo repitáis: Si tenéis la genial idea de unir dos colores porque puede quedar chulo:
1.- Sí, queda chulo
2.- No lo mováis mucho para poder tener media cera de cada color (negro y gris, por ejemplo)
3.- Con blanco no funciona... al menos, no sobre un folio. Tenía que haber mezclado el blanco y el lila y haber conseguido un color lila clarito, pero me di cuenta tarde.
Dejamos enfriar y probamos sobre un folio.
¡Funcionan! Y quedan muy monas, no?
Falta la segunda parte de este post, porque no quedó aquí el regalo. ¿Cómo íbamos a regalar ceras sin que éstas fueran metidas en un estuche?
No hay comentarios:
Publicar un comentario