lunes, 28 de agosto de 2017

¿Niño o niña? Tweet tweet de animales


Siempre digo que la ropa es ropa, que da igual si es de niño o de niña siempre que a los peques les guste, aunque una cosa es decirlo/escribirlo y otra vivirlo (y con cinco años es más complicado que con tres meses).
Me gustó mucho el modelo tweet tweet, y el peque-peque necesitaba con urgencia partes de arriba (sobre todo que no fueran bodys, que no me gustan nada con los pañales de tela) así que, a coser un tweet tweet para él.
El modelo es prioritariamente femenino (vamos, que lo ves y piensas en una niña) pero ¿por qué? ¿Acaso un niño no lo puede llevar?
Por delante, con sus volantes:
 Lo único que modifiqué fue la parte trasera, que no puse volante porque no quería que se clavase cuando el bebé estuviera tumbado.
Para cerrar, bies azul, porque me dio pereza sacar la plancha para hacer el bies con la propia tela. Y para cerrar los tirantes, lazos, que nunca me hubiera imaginado yo que un hijo mío llevaría lazos... eso por imaginarme cosas XD

Le queda genial, estoy tan contenta con ella que seguramente le cosa otra, aunque sea por capricho (estoy empezando a pensar que la tela plana va a ser cómoda y todo, jeje)
Enlazo en Blog de Fans de Ottobre y en Menuda Inspiración.

sábado, 26 de agosto de 2017

Mei Tai para A.

Esta entrada va a ser corta, porque ya es el ¿tercer? mei tai que publico (y me queda otro) y no quiero aburrir con el monotema del porteo. 
Esta vez ha sido un mei tai para la mamá de A., un amiguito de mi mediano.
 S. eligió esta preciosa tela:
Con la tela elegida, un Mei Tai para toodler (A. ya tiene dos años, pero el porteo no entiende de edades). Combiné la tela con vaquero, para que resaltase sólo la tela. Es una pena que hiciera las fotos de noche y con prisa, porque no se aprecia bien lo bonita que es. 


jueves, 24 de agosto de 2017

Tuneo de verano: De leggings a pantalones

Es jueves!
Pero para mi, no es Rums
Publico hoy, porque se me acumulan las costuras de los peques, que este verano está siendo productivo.
Hace tiempo que A. necesita pantalones cortos, porque los mancha se mojan... y al final pues eso, que los necesita y mami no se los cose. Así que, mientras que no encuentro el tiempo (ahora mismo, mientras escribo esto, tengo dos pantalones a medias, pero una camisa y una corbata han hecho que posponga esa costura) toca tunear unos comprados.
Leggings de tienda, talla 3-4 años + y tijeretazo de mami = pantalones cortos para niño de dos años (quedan anchitos y bien). Con el sobrante, tal cual (sólo cosido uno junto a otro), una cinta para el pelo del mayor, que siempre viene bien.
En total, dos costuras (las de la cinta) y dos peques arreglados. No es gran cosa, pero bueno... a veces coser, lo que se dice coser, coso poco XD


Enlazo en El verano de la piña, de Cal Joan
 A ver si consigo una foto con los pantalones en alguno de los dos peques y pongo un poco de chicha al post, que una foto sola queda un poco sosillo (y más con esta "peazo costura")
Por cierto, sí: a uno de los dos peques, porque a los dos días volví a la tienda y compré otros, una talla más, para el mayor, que no es que ande falto, pero son piñas, y las piñas nunca están de más (y con los recortes de sus perneras no sé si hacer otra cinta combinada con negro y más ancha, o algo para U., y así van todos a juego con sus piñas)

lunes, 21 de agosto de 2017

Sporty baby

Con los restos de mi pijama de gatos, unos pantalones para el peque.
Me gustan los pantalones cortos para los niños, pero cortos cortos, no bermudas (las bermudas dan calor, sobre todo si tienes dos años y vives en Murcia).

Patrón súper sencillo pero precioso. Ya lo había hecho antes combinando tela de camiseta y tela plana, y de las dos maneras me gusta mucho.
Enlazo en Blog de Fans de Ottobre y en Menuda Inspiración

domingo, 20 de agosto de 2017

Crónica de una cesárea anunciada (2º parte)

Como ya os conté en el post anterior sobre la cesárea de mi hijo mayor, en su nacimiento pequé de novata. Supongo que es algo que a todos nos pasa, ya que sino no existiría el refrán "de los errores se aprende".
Voy a ahorrarme contar los tres días que pasé ingresada en el hospital, con prostaglandinas para inducir un parto para el que mi cuerpo no estaba preparado. Mi bebé tenía 38 semanas de gestación y, en su caso, no era el momento de nacer.
Por las mañanas me bajaban a monitores y me ponían las prostaglandinas. Pasaba el resto del día andando, subiendo escaleras... a ver si así sucedía el milagro.
El tercer día, de 38+2, fue el definitivo.
Bajé a monitores por última vez, con mi marido (por primera vez) y mis papeles del embarazo. Allí una matrona muy agradable nos explicó casi todo: cómo era el paritorio, que tenía un baño para ducharme si me apetecía (complicado, ya que no podía quitarme los monitores), "mira, la silla de partos es lo que ves en ese rincón", etc. Nos explico todo salvo que podía pedir el alta voluntaria y volver a casa; nadie me dijo que tenía otras opciones, pero en ese momento tampoco me importaba demasiado.
Intentaron hacerme un tacto, pero me dolía y me negué. Al rato, otra persona lo volvió a intentar y volví a negarme, así que no podían saber de cuanto estaba dilatada, aunque apenas tenía contracciones.
A las dos de la tarde me dijeron que igual era el momento de ponerme la epidural, porque iban a ponerme oxitocina y claro, con oxitocina no podría soportar el dolor. Dije que Ok, que llamaran a la anestesista. La matrona me dijo que pronto conocería a mi hijo, ya que una vez que me pusieran la oxitocina tendría solo unas horas (4? 5? no recuerdo) para poder parir, si no lo hacía, sería cesárea. Tras tres días ahí metida, todo me parecía bien. Sólo quería ver a mi hijo, cogerlo en brazos, darle mil besos... lo demás me daba igual, y para eso estaban los médicos, para saber qué hacerme.
Lo que recuerdo más doloroso del nacimiento de mi primer hijo fue la epidural, de hecho aún hoy me duele recordarlo. En el hospital tienes que asistir a una charla en la que te explican todo sobre este tipo de analgesia: que es un procedimiento ciego, que tiene margen de error, que a veces tiene efectos secundarios... pero yo no esperaba eso.
La anestesista me pinchó en la espalda y eso fue... fue... sentí (cosas que me vinieron a la cabeza) como si una mujer con tacones de aguja me los estuviese clavando en la espalda, tal era el dolor y, sobre todo la presión. Me moví un poco.
- Estate quieta -me dijo la anestesista. Pedí perdón y resultó que no la había puesto bien y tenía que repetir el pinchazo.
- Ya te explicaron que es un procedimiento ciego, no? -repitió- entonces, no te muevas.
La segunda vez que me pinchó me dolió más. En parte porque empiezo a pensar que tengo poca tolerancia al dolor, en parte porque el segundo pinchazo fue al poco del primero y todavía tenía la zona dolorida.
Entiendo que la anestesista estaba haciendo su trabajo. Entiendo que una mujer que se mueve no se lo facilita, pero... ella tenía que haber intentado entenderme a  mi. Le pregunté si podía tumbarme de lado, ya que en la preparación al parto, la matrona había dicho que así dolía menos el pinchazo inicial, pero me dijo que no, que inclinada hacia delante. Imaginad: panzón de embarazada, inclinada hacia delante sin apenas movilidad y temblando de frío y de miedo. Sola, porque a mi marido le habían hecho salir, y sin más apoyo que la matrona, que me intentaba calmar para que me quedase quieta y no me doliera tanto.
El segundo pinchazo tampoco hizo efecto, porque parece ser que tenía la espalda desviada. Grité un poco y eso enfadó a la anestesista, que me dijo muy malhumorada: "sabías a lo que venías, no? Entonces,  no te quejes".
Finalmente, a la tercera fue la vencida, me pusieron la epidural, me hizo efecto, la matrona me hizo un tacto, vio que estaba dilatada de tres centímetros, me rompió la bolsa, me pusieron el gotero con la oxitocina y a esperar. Por lo menos estaba con mi marido, así que podíamos hablar y estar juntos.
Nos explicaron que en caso de cesárea el piel con piel lo haría el padre. Ya estaba claro que sería cesárea. 
A eso de las seis volvieron a hacerme un tacto. Seguía de tres centímetros así que a quirófano: cesárea por no progresión del parto.
A las 19:22 me sacaban a mi hijo y se lo llevaban a su padre. Lo subieron para que pudiera verlo, pero no pude tocarlo; tenía las manos atadas a la camilla (me explicaron que era para que no me diese por tocarme mientras me abrían, y lo entendí, la verdad).
Una cosa que no me gustó fue como me sentí tras la cesárea, mientras me ponían las grapas. No sentí que fuera una persona, me sentí un trozo de carne al que cosían, algo sin sentimientos. Entiendo que para ellos era una operación rutinaria, (de hecho, fui la quinta cesárea de ese día) entiendo que son personas y que las personas hablan en sus trabajos de cosas personales, pero joder... si tienes en la camilla a una mujer a la que le acabas de sacar a su hijo, lo menos oportuno es hablar de la barbacoa que ibas a hacer el fin de semana, no? O igual soy yo la rara. 
Finalmente me llevaron a la sala de post-operatorio y ahí me quedé dormida (ahora sé que tienen por costumbre poner una sedación ligera). Mientras, mi bebé, mi pequeño R. estaba en brazos de su padre.  A las 21:30, dos horas después de haber nacido, una enfermera vino a verme y a preguntarme si me apetecía ver a mi bebé:
-Si estás cansada y necesitas descansar, lo entiendo, no serías la primera madre que prefiere que se quede el bebé con el padre y así poder dormir un poco más.
Supongo que os imagináis mi respuesta, no? Pues eso.
Por fin tenía a mi bebé en mis brazos, en mis tetas, y por fin podía comérmelo a besos. 
Me encanta lo borroso de esta foto. Es la primera que le hicimos, se la hizo su padre nada más tenerlo en sus brazos, y de ahí el temblor de pulso y la foto borrosa. Pero no la cambiaría por ninguna más nítida. 
En un próximo post, si os apetece, os contaré los inicios de su lactancia. (Y en otro, los nacimientos de sus dos hermanos, que no tienen nada que ver con éste, afortunadamente)

sábado, 19 de agosto de 2017

Vestido tela wax


Elpost de hoy vade cosas raras en mi. 
La primera cosa es que esta es una costura de la que estoy especialmente orgullosa, por eso lo primero que os quiero enseñar es la parte de dentro, del cuello, con mi etiqueta. (cuello bien rematadito, con el bies puesto como toca, y no con zig zag como siempre hago)
¿Se os hace raro que publique esto en sábado y no en jueves? Es que no es una costura para mi, sino para mi madre (la segunda vez que le coso algo, la primera fue una camiseta).
 Patrón súper básico y sencillo, tipo "A line dress", para no restar protagonismo a una tela preciosa que le habían traído de ¿Ghana? (creo que es de allí, ahora no recuerdo bien). 


 Otra novedad o cosa rara de este post es que ¡no es un patrón de ottobre! ¿No es increíble? (Eva de Metal suena en mi cabeza al escribir esa frase, jeje)
Antes de que la revista ottobre llegara a mi pueblo, mi marido me regaló una revista de patrones llamada "Patrones de mujer". Tengo dos revistas de esas, compradas antes de atreverme con Ottobre Woman, (con la kids ya medio me había atrevido) aunque he de confesar que nunca las había usado hasta este vestido. Si alguien quiere saber qué patrón es, decídmelo y lo busco, porque ahora mismo no tengo ni idea.
Confesión: Me gustan más los modelos de ottobre, porque son más ponibles para mi, que prefiero llevar telas elásticas a telas planas (al estar gorda, voy mucho más cómoda, me veo menos efecto "mesa camilla")
Creo que a mi madre se le da mejor posar para las fotos que a mi XD




jueves, 17 de agosto de 2017

Rums #33 Hera top mesacamillero

Es jueves!
Es Rums!
¿A que mola el hera top de wardrobe by me? ¿A que mola hacer un CC con Doctora Botones? ¿A que mola la tela baratera sueca? Bueno... eso ya mola menos, que hay que ver la tela de las narices lo sosa que es...
Si las instrucciones de un CC dicen claramente "tela con caída", lo lógico sería usar una tela con caída, no? Sería lo lógico, sí, pero yo de lógica ando escasa.  O de confianza en mí misma, o yo que sé... 
No me fiaba demasiado de coser este patrón, porque lo veo más bien para chicas delgaditas, pero estaba tan chulo y me gustaron tanto vuestras versiones que no pude resistirme. Como quería coserlo "a la de ya" y no tenía ninguna tela apropiada en casa, usé algodón normal y corriente y prescindí de las mangas (por otro lado, mejor para el calor del verano)
 Para quitar un poco la sosería de la tela, puse una cinta de los shopkins (sí, shopkins... es que tengo mucha y hay que gastarla; además, Cheeky Chocolate es súper mona XD)
¿Veis el efecto mesa-camillero? Creo que el peplum me quedó un poco alto, no? He visto varios como el mío, aunque también he visto otros que lo tienen más a la cadera, quizá así me estilizaría un poco más (que tampoco es que me importe, me lo he puesto ya dos veces y muy cómoda que voy, aunque si coso un segundo lo haré más bajo)
Posar no es lo mío, desde luego.
 Lo mejor de esta foto es el suelo XD

lunes, 14 de agosto de 2017

Camisa veggie mod. 2

Como os adelanté en esta entrada el verano pasado me reconcilié con las camisas para niños, al menos para A., y fue gracias a la blusa Veggie. Este año todavía no le he cosido ninguna, y es que, sorprendentemente, le siguen quedando bien éstas. Se ve que mami cosió unas camisas un poco grandes... aunque si comparo estas fotos (de hace un año) con la blusa puesta ahora mismo, apenas hay diferencia (más ajustada y algo más corta, pero vamos... que este conjunto de las fotos se lo puse tal cual hace un par de semanas)
Esta es la segunda que hice, con una tela muy sesentera y de buen rollito XD. Todavía me queda enseñaros otra en una tela lila preciosa, también con pantalones a juego, a ver si lo puedo hacer antes de que acabe el verano. 
 Bebé de un año (ays... nostalgia de mi bebé) cómodo, fresco y guapísimo, aunque quede mal que lo diga yo.
Cuello y sisas con bies, y cinta de princesas para decorar el pecho y romper un poco el estampado de la tela.
 Le cosí unos pantalones a juego, también de ottobre, en tela de camiseta lisa blanca (reciclada, que eran una prueba) y los laterales en tela plana, a juego con la blusa. La revista indicaba que era todo en tela de camiseta, pero con tela plana también quedan muy bien y siguen resultando cómodos.
 En la espalda, para cerrar, snaps verdes que no se ven en la foto XD
Los pantalones por detrás son lisos, fieles al patrón original, el sporty baby.
Enlazo en Menuda Inspiración y en el blog de Fans de Ottobre

domingo, 13 de agosto de 2017

Crónica de una cesárea anunciada (1º parte)

Es la segunda vez que escribo esta entrada. La primera vez, después de días queriendo hacerla, de darle mil vueltas a si debía o no (este es un blog más de costura que de otra cosa, aunque las cosas de "minukosas" son cualquier cosa, no?) y cuando por fin me decidí y pude hacerlo (en dos días, que los peques no me lo pusieron fácil) me equivoqué al guardarla y la borré entera. Lo positivo: que me he atrevido a escribir sobre mi cesárea y compartir mi experiencia. Lo negativo: que ahora tengo que volver a escribir la entrada XD
Si esperas un post de costura, vuelve mañana, que tendré una costura en Menuda Inspiración.

El embarazo de R., mi primer hijo, acabó en cesárea "por no progresión del parto", tras tres días de inducción. Cuando me preguntan, digo que fue "cesárea por inducción fallida", por ser primeriza y pensar que los médicos tenían razón al 100% (que no digo que no, pero si volviera para atrás, hay varias cosas que cambiaría).
Lo primero que quiero decir, es que en ningún momento quiero sentar cátedra, ni dar a entender que mi postura es la adecuada o que una cesárea es mala, o... yo que sé. Hablo de mi experiencia, mis sensaciones y mis emociones al respecto.
Y ahora... vamos al lío.
 Cuando me quedé embarazada de mi primer hijo engordé, engordé mucho. Diré a mi favor que nada más ver el positivo me dejé el tabaco y una dieta horrible con un gran efecto rebote, lo que hizo que el primer trimestre engordase quince maravillosos kilos (y luego algunos más). Todo el embarazo estuve condicionada por mi ganancia de peso. No por mi, porque  en todo momento tanto el bebé como yo estuvimos sanos, sino por el entorno. Mi matrona llegó a decirme que era preferible que volviera a fumar a que siguiera engordando, cosa que por cierto nunca se me pasó por la cabeza ( a día de hoy, hace casi seis años que dejé el tabaco, y no me planteo volver). 
La habichuelita crecía dentro de mi, y yo era la típica madre primeriza a la que todos dan consejos, porque todo el mundo sabe que una primeriza no tiene ni idea de nada.
En la semana 27 me regalaron una ecografía 4D y yo, novata e ilusionada, fui a hacérmela. La ginecóloga, al ver que el bebé era grande, me dijo algo que marcó el resto del embarazo: "Asume que va a tener que ser cesárea, que el bebé es muy grande".
Consulté con mi matrona lo que me había dicho aquella ginecóloga, y me dijo que sí, que como yo estaba tan gorda, no podría parir vaginalmente y lo más seguro es que fuera cesárea. Evidentemente, la creí. Yo había leído un libro sobre partos y varios sobre lactancia (bueno... dos, pero no necesité más en ese momento) y ahí no decía nada que relacionase sobrepeso con cesárea, o cosas así. Pero ¿acaso iba a saber yo más que los médicos? (esta frase la escuché hasta la saciedad en mi segundo embarazo, pero mi reacción en el segundo fue diferente a con el primero, cuando callaba, bajaba la cabeza y asentía, porque por supuesto los médicos sabrían más que yo sobre mi cuerpo y mi bebé).
Una cosa que tiene mi hospital de cabecera es que te hacen los primeros monitores en la semana 37 o 38, en mi caso, 37+5. 
Nunca había ido a monitores, ni me habían explicado nada, así que iba a ciegas totalmente. Me senté, me pusieron las correas y a esperar. Luego, una ecografía para ver como iba el bebé. En la ecografía, el ginecólogo me dijo que ingresaba el lunes (esto pasó viernes) para una inducción, porque mi bebé era demasiado grande, ya que su peso estimado era de unos 4 kilos, y si lo dejaban dentro de mí, a saber qué peso alcanzaría. 
No exagero, fue lo que me dijeron. De hecho, el motivo de mi inducción fue el riesgo de un feto macrosómico (obviemos, nuevamente, el hecho de que para hablar de macrosomía fetal el bebé tenga que superar los 4 kilos y medio, y obviemos también que las ecografías tienen un error de medio kilo en las medidas, por lo que no son "palabra del señor").
Cuando acabé en el hospital fui a mi centro de salud para hablar con mi matrona y se lo comenté, muy tranquila, la verdad. Me dijo que era normal, que habiendo engordado tanto era lógico. Hoy hubiera agradecido saber algo más, que me explicara alguien en qué consistía una inducción y qué riesgos conlleva hacerla en la semana 38. 
Por otro lado, mi familia encantada por poder conocer al primer nieto/sobrino/primo... antes de tiempo y además "Si ya te lo había dicho X -la ginecóloga del 4D-, cesárea en la 37".


Y un lunes por la mañana salí, nerviosa y ansiosa por conocer a mi bebé, rumbo al hospital, pero eso lo dejo para la segunda parte del post, que no quiero eternizarme con éste. 

sábado, 12 de agosto de 2017

Fundas para almohada

¿Os gusta en videojuego de Plantas contra Zombis? Va de unos zombis que quieren atacar tu jardín para entrar en tu casa (y comerte luego el cerebro, claro) y unas plantas que les impiden hacerlo. Eso es la versión 1, el Plantas contra zombis 2 es un poco más complejo: hay mundos, las plantas cambian en cada mundo... pero el sistema sigue siendo el mismo: diseña tu estrategia para que los zombis no lleguen a cumplir su objetivo.
Desde hace tiempo a mi mayor le encanta el juego (lo tenemos en el Ipad, no es que se lo dejemos mucho, pero cuando lo hace le gusta jugar a ese juego) y, sobre todo, dibujar cosas del juego. Incluso su cumpleaños ha tenido este año esa temática, jeje.


Almohadas blancas lisas, compradas ex profeso para esto. La de R., de Plantas contra zombis:
 Y la de A., hecha a medias con mami, con sus manos. Él ponía las manos donde quería y yo las iba dibujando. También coloreó un poco, pero se cansó pronto
 Y aquí las dos juntas. estaría bien hacer la funda del nordico a juego, pero es un nórdico de cama de matrimonio... allí hay mucha tela que pintar, creo que no hay plantas suficientes para llenarlo (¿o sí?





Cómo doblar gasas para RN (plegado cometa mini)

El post de hoy va sobre pañales de tela para RN (Recién Nacido). 
A mi me gusta usar gasas cuando son bebés muy pequeños, porque hacen caca casi en cada toma, y es enorme el gasto de pañales que se hacen, así que prefiero usar gasas a estar usando desechables (por las noches sí que usamos desechables, porque hace muchísimo pipí y nos es más cómodo, así que durante el día prefiero que lleve tela).
Así es como queda el pañal dobladito, con el plegado cometa, pero versión mini (el plegado cometa normal es igual, sólo que sin el primer paso). Yo los doblo y los guardo en el cajón de los pañales, así a la hora de usarlos es sólo sacar el pañal y ponérselo con la pinza. 


Esta es una de las gasas que uso. Tengo gasas de Ikea (las mejores, para mi gusto), de tiendas de pañales de tela, de primark (esto... aguantan poco, pero para completar stash no están mal). Son de 70x70 cm, si no recuerdo mal.


Paso 1:
Doblamos los picos de la gasa hacia dentro. De esta manera, la gasa queda de menor tamaño, lo cual es mejor para un RN (sino, habría más pañal/gasa que bebé).
Para un bebé más grande, nos saltamos este paso.


Paso 2:
¿Se ve bien? Una imagen vale más que mil palabras, y más si la que redacta la explicación soy yo XD. Doblamos primero una punta de la gasa.


Paso 3:
Doblamos la segunda punta de la gasa. Ahora ya tenemos la cometa, de ahí el nombre.


Paso 4:
Se dobla la parte de arriba. 


Paso 5:
Se dobla hacia arriba el pico del pañal


Paso 6:
Para bebés muy pequeños, doblar nuevamente la parte de arriba. Ahora mismo, U. tiene casi 3 meses y ya no lo doblo así, lo dejo tal cual estaba en el paso anterior.


Pañalito doblado y preparado para ser usado.
¿No os parece que queda súper cuco?

Este tipo de pañales necesitan un cobertor. En mi caso, suelo usar cobertores de pul, aunque también tengo de polar (no me atrevo con la lana, me parece un poco complicado lo de andar lanolizando, y si algo busco a la hora de pañalear es la rapidez y la practicidad).


Aquí mi bebé pequeño con una gasita puesta. Lo lila es la pinza para atar la gasa y que no se mueva.
 La pregunta "estrella" suele ser ¿cuantas gasas/cobertores necesito? Voy a intentar responder desde mi experiencia, aunque cada caso es único.
Teniendo en cuenta que las gasas se usan mucho al principio pero después se siguen usando (como relleno en los pañales de bolsillo, por ejemplo con A. de dos años las de Ikea es lo que mejor me va en sus pañales) pues cuantas más, mejor XD
Yo tengo cinco o seis de Ikea, 9 de tienda de bebés (ahora las estoy poniendo dobles, porque una sola se le queda corta, así que reducimos el número a unas 5) y 6 de primark. Tengo las gasas suficientes para poner lavadora cada dos días, aunque voy un poco justita. 
Lo bueno de las gasas es que se secan súper rápido, así que si se lavan por la mañana, esa misma tarde puedes volver a usarlas.

Con el cobertor puesto (no es el de la foto de arriba, jeje).
Cobertores harían falta menos que gasas,porque no hace falta cambiarlos en cada toma (a menos que el bebé se haga caca, en cuyo caso sí que hay que cambiarlo). Con 5 o 6 sería suficiente para lavar cada dos días. 

Y bueno, eso es todo sobre el plegado cometa y cometa mini. Pronto os pondré otro tipo de plegado, que es el que más usé con mi mediano, pero que ahora apenas uso.
Cualquier duda, pregunta, crítica o sugerencia, os leo en los comentarios.

jueves, 10 de agosto de 2017

Rums #32 Onbuhimo

Es jueves!
¿Sabéis qué es un onbuhimo? Es un tipo de portabebé, de origen asiático, que no va atado a la cintura, por lo que es perfecto para cuidar el suelo pélvico (ese gran olvidado) y una gran opción para portear estando embarazada. Yo lo descubrí tarde durante el embarazo (bueno... descubierto estaba, lo que no hice fue coserlo hasta ya casi el final) y fue una pena no haberlo tenido antes. Sin embargo, no es sólo para embarazadas, ya que ahora que quiero tener cuidado con mi suelo pélvico me viene genial que no me apriete la zona XD (eso, y que A. lo monto y en diez minutos cae redondo, por lo que me viene genial para dormirlo cuando estoy sola con los tres)
La historia de este Onbuhimo se remonta a cuando vi por Internet esta tela:
 Decir que me gustó es poco: me enamoré perdidamente de ella y la compré pensando en hacerme, por fin, el portabebé que necesitaba mi barriguita (o mi barrigón... que estaba de ocho meses).
Como la tela era tan perfecta por sí misma no quise hacerlo reversible (¿para qué? ¿vosotras le daríais la vuelta?
Por el otro lado "no reversible" usé esta loneta. La rescaté de un mei tai que me había cosido hacía tiempo.
Para las tiras, utilicé tela vaquera (compré una tela vaquera súper suave y con buen cuerpo pensando en hacer unos vaqueros para mi marido... tres portabebés después, mi marido sigue sin vaqueros)
El onbuhimo es un portabebé pensado para llevar el bebé a la espalda, y ¿ya he dicho que me encanta para niños grandes? A. tiene 2 años y le va genial, la tela llega de corva a corva y no se le clava nada.
Por delante, va atado sobre el pecho (esto me tiraba un poco para atrás, porque con la lactancia no me gusta presionar demasiado el pecho, pero de momento no me duele ni nada, el peso va bien repartido y no es lo mismo "sobre el pecho" que "en el pecho"). Deja la zona de la cintura libre (bueno... en esta foto hay de todo menos cintura, jeje)
¿Veis? Ideal para el embarazo (y yo divina de la muerte con mis zapatillas)

lunes, 7 de agosto de 2017

Reciclando camisetas

Cuando vi el adelanto de la ottobre de este verano hubo tres patrones que me llamaron poderosamente la atención: 
1. el peto Krtek (que no sé si llegaré a coser, porque la talla es grande para uno de mis hijos y pequeño para el otro)
2. la camisa safari (cosida pero sin fotos, al menos de momento)
3. el body embroidered roses, que fue verlo e imaginarlo con tela plana, concretamente con una que compré embarazada con la intención de hacerle algo al futuro bebé.
Aunque fueron  los pantalones tulip pocket los causantes de que la comprara, cosas de la vida de la costurera XD (pantalones que, por cierto, tengo ya sacado el patrón pero no encuentro el hueco para sentarme a coserlos, y esos que son para mi sobrina para este verano y se los quiero dar cuanto antes).

De este patrón he hecho, de momento, dos versiones.
 Esta es la primera, en tela de camiseta reciclada (la azul es de una camiseta mía, y la de flores era un vestido, aprovechado al máximo; ya os enseñé aquí el saquito que cosí con la mayor parte de la tela).
Al ser la versión de prueba no quise usar telas demasiado buenas, y preferí emplear las que tengo par reciclajes y pruebas. Por cierto, perdón por la manchita de pis en la foto, pero es que no he vuelto a hacerle otras con este body puesto (y eso que hoy mismo lo lleva, porque es muy cómodo).
Modificaciones al patrón: en lugar de mangas, lo he dejado sin ellas, más fresco para el verano; en el lugar donde deberían ir las mangas, he puesto puño de la misma tela que la parte de abajo. También he dejado un hombro abierto y cerrado con snaps, para ponerlo y quitarlo con más facilidad, aunque cerrado cabe perfectamente la cabeza. 


Enlazo en el blog de fans de ottobre, menuda inspiración y, por supuesto, Yo coso flores. de Pandielleando.  

sábado, 5 de agosto de 2017

Juego para el peque

Seguimos con las entradas conjuntas con mi mayor; otra vez, manualidades a dos manos (o a cuatro, realmente)
Tubos de papel de cocina + unas bolitas de corcho = juego para entretener al peque mientras mami cose.
Sé que me repito, pero lo mejor de estas manualidades es que disfrutan los dos: el mayor pintando y estando con mami, y el mediano jugando con el juego y con su hermano.

El soporte es el marco de un cuadro, que aquí no se tira nada (aunque a veces, debería, que los materiales para hacer manualidades se van acumulando y no hay tiempo para todo)
 R. pintó los tubos de cartón con las pelotas a juego (hay que ver el juego que nos dan las bolas de corcho), y yo hice el recipiente para guardarlas aprovechando una caja vacía de cartón y papel de regalo que no daba para envolver un regalo "normal".
El búho es el último resto de una tela laminada (no llega a ser hule) de la que compraba en el mercadillo, en aquella maravillosa época en la que en mi pueblo vendían telas en el mercado de los sábados.
 Para pegarlos, pistola de silicona caliente, que no sé qué haría yo sin ella. 
Una vez montado, se coloca  con un alambre del propio soporte (de cuando llevaba un cuadro, o una foto) aprovechando los pomos de la cómoda. Más sencillo, imposible. 

El juego es simple: el peque mete las bolas en los tubos, cada una en su color. Debajo ponemos una caja para que las bolas no salgan corriendo por la habitación (aunque eso también es divertido). La verdad es que le ha dado ratitos de juego, desde que tenía 18 o 15 meses (no recuerdo bien, pero el juego se hizo en agosto del año pasado. y todavía lo usa a ratos cuando sube)

Por cierto, como he dicho al principio, guardamos los tubos de papel higiénico y de cocina para hacer manualidades con ellos, así que si tenéis ideas para usarlos, somos todo oídos.