Llevaba tiempo queriendo compartir esto (las fotos son de diciembre de 2015, ejem ejem), ya que es una ¿manualidad? que hacemos a veces y que nos salva de tardes eternas en casa (lluvia, mal tiempo... ) Todo sea por ganarle la batalla a la tele.
La idea, obviamente, no es mía, pero os la comparto por si hay alguien que no la conoce. Como tantas otras, tiene dos partes "chulas": primero hacer las pinturas y después pintar con ellas.
Necesitamos:
- Champú (yo uso un bote de litro de un euro, o gel también de litro. Cuanto más transparente y con menos color, mejor)
- Harina refinada de maíz (maicena marca blanca)
- Colorante alimenticio. En estas fotos las pinturas están hechas con colorantes comprados en el súper (lidl o doctor oetker, no recuerdo porque tenía ambos). La última vez que lo hice fue con colorantes "profesionales", marca Wilton. ERROR. Son tan buenos, y pigmentan tanto, que mi peque tuvo cara pitufo un par de días (el mayor también, pero él sólo llevaba un arcoíris en piernas y barriga, y eso lo tapa la ropa).
- Palillos y recipientes para mezclar.
RECETA:
Primero se echa en un bol un chorro de champú (a ojo, un poco menos de la cantidad de pintura que deseamos obtener) y se agrega, poco a poco y con cuidado, la harina de maíz. Nosotros empezamos con una cucharada y ya vamos subiendo cantidad hasta que queda consistencia como de yogur.
Cuando tenemos la mezcla a nuestro gusto, la pasamos a los cacharritos para teñirla. Echamos un poquito de colorante (un chorro, a ojo) y lo mezclamos con cuidado y con un palillo.
Desde que tenemos estos moldes para magdalenas hacemos la mezcla aquí, directamente, por manchar menos. Antes usábamos hueveras de plástico.
Espero que os guste y que lo pongáis en práctica, a nosotros nos gusta mucho y los peques pasan un buen rato entretenidos en la bañera.
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